MANAGUA.- El Gobierno de Nicaragua ha ratificado este miércoles sus críticas al Ejecutivo español y ha calificado de «falaz y rabiosa» su respuesta después de que éste haya llamado a consultas a su embajadora en Managua, María del Mar Fernández-Palacios, y haya rechazado de forma «tajante» las «acusaciones» recogidas en duro comunicado emitido por el régimen de Daniel Ortega el martes.
Horas después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno español anunciase la llamada a consultas a Fernández-Palacios, la cartera de Exteriores nicaragüense ha publicado un nuevo mensaje para las autoridades españolas en el que ha subrayado que «ratifica todo lo afirmado» en su primera nota, en la que denunció «la continua intromisión» de España en asuntos internos de Managua y aludió al «terrorismo de Estado» de los GAL en el país europeo.
«En esa comunicación solo se han dicho verdades, y eso es precisamente lo que irrita al honorable reino de España», ha apuntado el Ministerio de Exteriores de Nicaragua al de España.
Asimismo, ha reconocido que si bien «no corresponde» al país centroamericano «analizar la profunda crisis política, democrática, económica y social que vive esa nada perfecta España», «ratifica y amplia» las acusaciones ante la «reiterada intromisión» en asuntos nicaragüenses y las «inauditas pretensiones coloniales a 200 años de la independencia».
«Exigimos a España cumplir con todas sus obligaciones en términos de Derechos Humanos y democracia, en un marco legal no represivo, que garantice los procesos sociales, políticos, electorales y ciudadanos en esa España que luce tan arrogante, jactanciosa y falsa», ha añadido la cartera nicaragüense.
Igualmente, ha exigido al Gobierno español que «cumpla con sus propios compromisos internacionales», «sobre todo alrededor de tantos crímenes, no reconocidos ni investigados, y todavía sin justicia para las víctimas».
El Ministerio de Exteriores de Ortega ha vuelto, además, a apuntar al «terrorismo de Estado, diciendo que España tiene que «asumir y resarcir» este «terrorismo tan denunciado» que ha «manchado» al país «para siempre». «Garanticen la libertad de expresión y participación política de todos sus ciudadanos», ha añadido.
«Llegará el día en que sus (de España) rabiosas, altisonantes y falaces voces darán lugar a otras fraternales, respetuosas y verdaderas», ha concluido el comunicado.
La vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, ha considerado «atrevido» al Ministerio de Asuntos Exteriores español, al que ha acusado de seguir hablando del país centroamericano «como si de una colonia se tratara». «Caminamos firme, seguros contentos, agradecidos solo a Dios hacia nuestra definitiva independencia», ha proclamado, según Radio Nicaragua.
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