Los hijos de Deisy Esperanza Hernández, quien según la Policía Nacional fingió su secuestro en complicidad con otros dos individuos para pedir un rescate millonario a su hija, salieron en defensa de su progenitora, acusando a la institución del orden de no haber realizado las investigaciones correspondientes en torno al caso.
“Yo quisiera que la policía limpiara el nombre de mi mamá, que hiciera una investigación real”, dijo Anny Peña, hija de la señora de 70 años, al contar su versión de los hechos en el programa El Día, espacio televisivo que se transmite diariamente por Telesistema Canal 11.
Peña dijo que su madre es una enfermera pensionada de avanzada edad y con complicaciones de salud que reside en Villa Altagracia.
La consideró incapaz de hacer nada ilegal y mucho menos en detrimento de sus propios hijos, tal y como señala el informe preliminar de la Policía, donde se acota que Hernández habría planeado un “falso secuestro” para pedir 2.2 millones de pesos a su hija como rescate.
“Mi madre no tiene necesidad de hacer nada de eso, ella tiene su casa propia y una pensión, tiene sus ahorros y tiene sus cuatro hijos que están entregados a ella”, expresó con tono de indignación.
Durante la entrevista, Peña contó el drama que vivió su familia la madrugada del viernes al enterarse de que dos sujetos se llevaron arbitrariamente a su madre.
“A las 3:27 de la mañana del viernes yo recibo una llamada de mi mamá llorando, asustada, diciéndome que la habían secuestrado y que estaban pidiendo un rescate, la estaban amenazando con que la iban a matar a ella o a sus cuatro hijos”, relató.
Continuó su relato diciendo que minutos después recibió una segunda llamada advirtiéndole de que “no llame a la Policía”. Según precisó, era su madre quien siempre hablaba.
“Me dijo que reuniera 2.2 millones de pesos en una mochila negra que tenía hasta las 2:00 de la tarde para recoger ese dinero y entregarlo a los secuestradores”, prosiguió.
Peña narró que en una tercera llamada, el secuestrador tomó el celular y le dijo “no pasa nada, si haces lo que yo digo no pasará nada”. Asimismo, aseguró que el acento que escuchó le dio a entender que el hombre era de ascendencia haitiana.
Faltando pocos minutos para las 5:00 de la mañana, Peña llamó a su hermano para que fuera a la casa de Hernández para verificar si realmente su madre no se encontraba allí y al ver que se trataba de “una situación verdadera y peligrosa”, dieron parte a las autoridades.
La policía identificó el vehículo en donde raptaron a la señora de 70 años más o menos a las 3.00 de la tarde de ese día.
Las hijas de Hernández, Anny y Julissa Peña, manifestaron que conocen a las personas que se la llevaron y describieron a uno de ellos como “un allegado de la familia”. Según dijeron, el individuo, Jorvy Soto, tenía serios problemas económicos, por lo que creen esa pudo haber sido su motivación para cometer el crimen.
Investigación
Por otro lado, criticaron severamente las pesquisas realizadas por la Policía Nacional en torno al caso, reiterando que no se trató de un autosecuestro, como sostiene la uniformada y que las autoridades no tomaron en cuenta ninguna de las evidencias que la familia le proporcionó.
“La fiscalía dice que ella entró sola al vehículo, cuando nosotros tenemos un video donde se ve claramente que alguien la introduce”, explicaron.
Por tal motivo, afirmaron que están evaluando querellarse contra los presuntos secuestradores.
“Nos sentimos indignadas, entendemos que no se hicieron las investigaciones correspondientes y la más afectada ha sido mi madre, queremos que la dignidad de mi madre sea retornada”, agrego Julissa Peña.
Al finalizar la entrevista, los hijos de la señora pidieron a las autoridades que reparen el daño causado a su madre ya que, según expresaron, “quedó ante la opinión pública como una delincuente y no lo es”.
Tanto Hernández como los dos hombres, identificados como Jorvy Soto y Roberto de Jesús Reyes estuvieron bajo custodia policial en el municipio Villa Altagracia por varios días.
La señora fue liberada en el día de ayer, por decisión de un tribunal de San Cristóbal.
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