El autor es profesor universitario de Lengua y Literatura. Reside en Santiago de los Caballeros
«El redactor ejerce gran influencia sobre el lenguaje de los demás y, por tanto, ha de trabajar con responsabilidad en el uso de su herramienta». (Alex Grijelmo: El estilo del periodista, 2002)
Por considerar de sumo interés, publicamos este trabajo tal como el original.
En diciembre del 2010, la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), publicaron la última edición de la Ortografía de la lengua española. Esta nueva versión sustituyó a la anterior edición, publicada en el año 1999.
Si bien la nueva Ortografía no cambia las reglas fundamentales del idioma, sí introduce novedades importantes, cuyo conocimiento implica un doble proceso de aprendizaje y desaprendizaje, por cuanto normas que en ediciones precedentes estaban vigentes, esta vez fueron eliminadas y otras nuevas incluidas. Así, por citar solo alunas :
a) Palabras como guion y truhan, por considerarse monosílabas, deberán escribirse siempre sin la tilde que antes se les marcaba, aunque una parte de los hispanohablantes las pronuncien con hiato y perciban bisílabas.
b) Se recomienda suprimir la tilde diacrítica en la palabra solo cuando funcione como adverbio con significado de solamente ( Duarte solo deseaba el bienestar de la patria), así como en los pronombres y determinantes demostrativos este, ese y aquel (Con ese o con este me gustaría trabajar )
Para establecer diferencias entre solo (adverbio) y solo (adjetivo) con significado, este último, de soledad, y así evitar posibles ambigüedades, la ortografía anterior (1999) recomendaba marcarle la tilde al primero y no al segundo. Así, había obligatoriamente que escribir: a) “Yo sólo estudio en mi cuarto.” (solamente), b) “Yo solo estudio en mi cuarto” (sin compañía).
A partir del año 2010, la palabra solo, tanto en su rol de adverbio como adjetivo, igual que los demostrativos estos, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, se recomienda no marcarle tilde, incluso en casos de ambigüedad, que bien puede resolverse por el contexto comunicativo u otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente, únicamente), una puntuación adecuada o cambiando el orden de las palabras que fuerce una sola de las interpretaciones (OLE, 2010, p. 269). En tal virtud, en vez de «Yo sólo leo en mi oficina», bien podría escribirse:
1. 1. «Yo solamente leo en mi oficina»
2. 2. «Yo únicamente leo en mi oficina»
3. 3. «Yo, solo, leo en mi oficina» (sin compañía)
4. 4. En mi oficina yo leo solo. (sin compañía)
Vale destacar que si bien la Ortografía recomienda no añadir la tilde a la palabra solo cuando es adverbio, aclara que no incurre en falta o no se sanciona el uso de quien opte por marcarla.
c) Se suprime la tilde diacrítica en la conjunción disyuntiva o cuando aparece entre cifras, cuya marca antes se recomendaba para evitar que se confundiera con el cero (En las vacaciones pienso leer 4 o 5 obras literarias)
d) Por primera vez, en la ortografía académica, se ofrecen normas explícitas sobre la escritura de las voces o expresiones prefijadas. Los prefijos son elementos afijos carentes de autonomía que se unen por delante a una palabra o base léxica, a la que agregan diversos valores significativos, originándose así una nueva palabra. Esas nuevas palabras que se forman reciben el nombre de voces prefijadas: superdotado, reconectar, internacional, exnovio, desapartar… Son prefijos en estos ejemplos: super, re, inter, ex y des.
Como hasta la edición de la Ortografía vigente no existían reglas que pautaran su escritura, los prefijos se escribían de acuerdo al criterio particular de cada redactor, en la mayoría de los casos, separados de la palabra o base léxica a la que se agregan, o unidos a esta mediante un guion (ex presidente, ex marido, vice rector, sub-marino, vice-presidente…). Según la norma actual, deben escribirse unidos a dicha base o palabra siempre que esta sea univerbal (expresidente, exmarido, vicerrector, vicepresidente, submarino)
e) En la Ortografía de 1999 (p. 39) se prescribía que los títulos, cargos y nombres de dignidad, como Rey, Papa, Duque, Presidente, Ministro, etc. debían escribirse con minúscula inicial cuando acompañaran al nombre propio de la persona o del lugar a que corresponden (El rey Juan Carlos visitó…-El papa Juan Pablo 11 falleció … -El presidente Luis Abinader declaró…) y con mayúscula inicial si el nombre no aparecía expreso (El Rey visitó… – El Papa falleció… – El Presidente declaró…).
La nueva Ortografía establece. en cambio, que esos cargos institucionales deberán escribirse siempre con minúscula inicial, estén o no acompañados del nombre de la persona a que se refieran (El rey inaugurará… – El papa Benedicto XVI renunció… – El ministro fue sustituido)
f) También prescribe la nueva Ortografía la forma de escribir los apodos, alias y sobrenombres: con letra inicial mayúscula, los sustantivos y adjetivos que los componen, y en minúscula inicial, el artículo que habitualmente los precede, por no formar este parte de la denominación. Sin embargo, en los diarios dominicanos leemos con muchas frecuencias apodos del tipo : Fefita La Grande, Héctor Acosta, El Torito…
Todo lo antes expresado indica que contrario a lo que podría pensarse, en la República Dominicana , esas y otras novedades ortográficas, al parecer, se desconocen. Y si lo contrario sucede, muy poca importancia, entonces, se les confiere al conocimiento de la norma. Para validar este juicio, basta una breve ojeada a los diferentes diarios editados en nuestro país después de publicada la nueva Ortografía. En estos encontraremos notas periodísticas como las siguientes:
1. 1. «El Papa renunció al Vaticano con efectividad el 28 de este mes a las 5:00 de la tarde» (El Caribe, 13/2/2013)
2. 2. «Artistas plásticos reconocen al ex presidente Leonel Fernández (Diario Libre, 23/1/2013)
3. 3. «César Peralta “El Abusador” se enfrenta a 25 años de prisión en EE. UU» (Diario Libre, 15/11/2022)
4. 4. «Son miembros de la Junta Monetaria : el Gobernador del Banco Central, quien la presidirá, el Ministro de Hacienda y el Superintendente de Bancos»
En cada una de las notas antes transcritas, las palabras papa, gobernador, ministro y superintendente, así como el artículo que precede al apodo Abusador debieron escribirse con letra inicial minúscula, en tanto que el prefijo ex, unido a la palabra presidente.
dcaba5@hotmail.com
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