Politóloga: Deuda de la clase política con las mujeres

 

Santo Domingo, RD.

Silvia Soto Fernández, politóloga, investigadora y activista social, criticó la falta de compromiso de la clase política con los derechos de las mujeres.
Según Soto, muchas de las mujeres que ocupan cargos de poder, especialmente en el Congreso Nacional, reproducen discursos populistas en lugar de impulsar políticas de equidad, convirtiendo a las mujeres en meros instrumentos electorales.

Destacó que, a pesar de que las mujeres representan el 51.28 % del electorado, siguen enfrentando profundas desigualdades y violaciones a sus derechos. Entre los problemas más graves mencionó:Pobreza: Las mujeres son un 3.6 % más pobres que los hombres.
Brecha salarial: Las mujeres ganan hasta un 30 % menos que sus pares masculinos.
Feminicidios: República Dominicana es el segundo país del Caribe con la mayor tasa de feminicidios (2.4 por cada 100,000 mujeres), solo superado por Honduras.
Embarazo adolescente: Con 77 nacimientos por cada 1,000 adolescentes, el país es el segundo en el Caribe con la mayor incidencia, según la CEPAL.
Mortalidad materna: Se ubica en la posición 15 de 41 en la región.

Soto también alertó sobre el retroceso en la representación femenina en el gobierno desde la llegada del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en 2020.

Actualmente, solo el 8.6 % de los ministerios están liderados por mujeres, y aunque todas las gobernaciones están ocupadas por ellas, estas posiciones carecen de poder real. No obstante, reconoció avances en el ámbito municipal, donde las mujeres ocupan el 42.84 % de los cargos electivos.

En el ámbito legislativo, insistió en la urgencia de aprobar un Código Penal que proteja los derechos de la mujer, así como la despenalización del aborto bajo las tres causales, una medida respaldada por el 78.8 % de la población.

Además, abogó por la aprobación de la Ley Integral contra la Violencia de Género, la ratificación del Convenio 190 de la OIT para proteger los derechos laborales de las mujeres y la implementación de la educación sexual en las escuelas.

Finalmente, expresó su preocupación por la eliminación del enfoque de género en instituciones como el Ministerio de Educación y el de Salud Pública, debido a la presión de sectores religiosos.

Rechazó la idea de que dicho enfoque promueva ideologías ajenas a la educación y afirmó que su verdadero propósito es enseñar igualdad y prevenir la violencia de género. «No se trata de ideología, sino de educar en respeto y equidad», concluyó.