viernes, 13 de agosto de 2021

OPINIONES

 

La necesidad de adoptar una perspectiva centrista al problema haitiano

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El autor es abogado. Reside en Santiago de los Caballeros

POR LUIS EDUARDO GUTIERREZ

Desde hace más de 200 años, de manera específica desde la rebelión de esclavos de 1791 en la entonces colonia francesa de Saint-Domingue, Haití ha estado inmerso en la inestabilidad política y económica. Lo sucedido el 7 de julio del presente año, es decir, el asesinato del Presidente Jovenel Moise, es un hecho que tiene que analizarse dentro de esa constante histórica de desgracias que han ocurrido en el vecino país.

Dicho lo anterior, es menester señalar (aunque sea muy evidente) que todo lo que sucede en Haití repercute en nuestro país, ya que por lo singular de nuestra historia compartimos una isla. Ahora bien, ¿cómo ha reaccionado la clase dirigente dominicana (políticos, empresarios, intelectuales, etc.) ante la problemática haitiana? En esencia, han habido 2 posturas hegemónicas que son igualmente problemáticas: la postura de la derecha ultraconservadora por un lado, y la postura de las izquierdas. Brevemente analizaremos ambas para luego establecer cuál es la postura que entendemos que debe tener el país. 

1) La postura de la derecha ultraconservadora. Ante la problemática haitiana, la mayoría de grupos conservadores han adoptado la tesis de que en Haití no hay nada que hacer, que dicho país no tiene arreglo y que lo que buscan los haitianos es que sus problemas se resuelvan por la vía dominicana. Además, muchos de los líderes de la derecha conservadora alegan que en el vecino país lo único que existe es barbarie, vudú y un odio y resentimiento enorme hacia República Dominicana. ¿Su solución? Cierre absoluto de la frontera, como si de esa forma el problema se solucionara.  

2) La postura izquierdista o progre. En los últimos años, sobre todo a partir de la caída del Muro de Berlín en 1989, los sectores progresistas andan sin un rumbo definido. Además, dichos sectores viven de espaldas a la realidad. Una muestra de esto último es su actitud ante Haití. Para estos sectores, Haití no supone un problema para nuestro país. Argumentan que son los sectores poderosos dominicanos los que han creado el “fantasma” del problema haitiano. ¿La solución de esos sectores? ¡Ninguna! Ya que según ellos para nuestro país lo que suceda en el vecino país no nos impacta, “esos son inventos de los conservadores”, dicen ellos. 

Como puede observarse, ambas posturas son vacías e incluso infantiles. Pero, sobre todo, no dan soluciones al problema. 

Considero que nuestro país debe tener una postura centrista en cuanto a Haití, alejándose de las tesis de los fanáticos de la derecha e izquierda. A continuación, expondré algunas de las posturas que considero que como país debemos tomar. 

A)   Admitir que Haití supone un problema para nuestro país, y decir esto no es ser xenófobo ni ultranacionalista. Tener la humildad de asumir que tenemos un problema es el primer paso para solucionarlo.  

B)   La República Dominicana no puede ser la solución al problema haitiano, pero no existe una solución sin apoyo nuestro. 

C)   Nuestro país es soberano y puede decidir su política migratoria, y no por eso somos nazis. Nuestra soberanía no puede negociarse. 

D)  Debemos realizar un estudio serio, con la ayuda de sociólogos, con expertos en demografía, etc., para determinar cuanta migración como país podemos soportar, ya que somos un país pequeño y con recursos muy limitados. 

E)   República Dominicana debe ejercer presión ante la comunidad internacional para que esta tome en serio el problema haitiano, y eso se logra a través de una política diplomática más agresiva, incluso contratando lobistas si es necesario, ya que no existe una solución de Haití que no pase por la comunidad internacional.  

Recordemos la frase aristotélica “aurea medioctitas”, que se traduce como “la virtud está en el centro”. 

lgutierrez@legaes.com

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