KIEV.- Rusia y Bielorrusia inician este jueves 10 días de ejercicios militares conjuntos en una escalada de las tensiones en la frontera con Ucrania.
Rusia ha desplazado a Bielorrusia hasta 30 000 soldados, dos batallones de sistemas de misiles tierra-aire S-400 y numerosos aviones de combate.
El movimiento hace que las tropas ucranianas se enfrenten a un segundo frente y ha llevado a Kiev a realizar sus propios ejercicios militares. Maniobras que se producen mientras los líderes occidentales continúan los esfuerzos diplomáticos para desescalar la situación.
Signos de progreso diplomático
El canciller alemán, Olaf Scholz, participa en la actual actividad diplomática. Al lado de la primera ministra danesa, afirma que hay signos de «progreso» para ayudar a impedir que Rusia invada Ucrania.
«Por supuesto, sigue habiendo serios puntos de diferencia en la forma de ver las cosas durante estas discusiones. Pero hay discusiones. Asimismo, la OSCE se ha convertido de nuevo en una plataforma de intercambio sobre la seguridad en Europa, en la que siempre hemos insistido, y esto es un progreso.»
Scholz viajará a Kiev y luego a Moscú la próxima semana, donde tendrá su primer encuentro cara a cara con Putin.
El Reino Unido también envía a Moscú a su ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, para transmitir el mensaje de que Rusia debe elegir una vía pacífica o enfrentarse a las sanciones occidentales.
Mientras tanto, Rusia anuncia que el mes pasado realizó varios simulacros en tierra y mar. Sigue negando su intención de invadir Ucrania, pero insiste en que sus preocupaciones de seguridad sobre la expansión de la OTAN deben ser abordadas por Occidente.
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