MOSCÚ.-
Estados Unidos se convirtió en el Estado más agresivo de la historia moderna, como muestran las estadísticas de los conflictos armados en el mundo, declaró el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev.
«EEUU es, en principio, el país más agresivo de la historia moderna. A lo largo de su existencia, organizó más de 800 acciones hostiles contra Estados soberanos utilizando la fuerza, incluida la participación activa en más de 100 conflictos armados», comentó Pátrushev a medios rusos.
Además, el secretario afirmó que Washington «interfiere agresivamente en los asuntos internos de otros países en todas las regiones del mundo».
Resaltó que, «según las estimaciones más conservadoras, desde 1945, los estadounidenses han violado la soberanía de otros estados más de 150 veces, dando golpes de Estado, provocando disturbios e influyendo en el proceso electoral».
«Estas cifras reflejan casos en los que ha habido una intervención abierta o apenas velada por parte de Washington», especificó.
Subrayó que «grandes especialistas se han reunido en Washington para demonizar las acciones de Rusia».
«EEUU todavía piensa en términos de la Guerra Fría y cree que si Rusia está fortaleciendo su posición en alguna parte, entonces lo hace solo para dañar los intereses de los estadounidenses. Al mismo tiempo, es bien conocida una de las principales reglas de la política exterior de nuestro país: no somos amigos de nadie. Nuestra agenda es invariablemente positiva y constructiva», aclaró.
Aseguró que, al mismo tiempo, EEUU no abandona los intentos de crear nuevos focos de conflicto.
«Están inflando artificialmente las contradicciones en torno a Taiwán, el mar de China Meridional, la península de Corea, militarizando Japón, aumentando la presión sobre Irán, avivando conflictos latentes en los Estados soberanos de África», explicó Pátrushev.
Según Pátrushev, los planes de Washington son claros y comprensibles, y prevén llevar al poder en los países independientes, incluida América Latina, a «líderes especialmente entrenados y completamente controlados por las autoridades estadounidenses» y hacer que las economías de estos Estados «trabajen para complacer a las corporaciones transnacionales y a las empresas de EEUU».
«La principal idea de EEUU es convertirlos «en vasallos de Washington», obligándolos a olvidar su propia historia y los intereses nacionales, enfatizó.
Aseveró que en la actualidad, «hay más de 70 bases militares estadounidenses en América Latina, aunque el Pentágono reconoce oficialmente su presencia militar solo en unos pocos países».
Agregó que la mayoría de las instalaciones militares son alquiladas o están camufladas de instalaciones civiles.
Abordando el rol de Moscú en la región de América Latina, Pátrushev afirmó que Rusia ha actuado históricamente como una fuerza constructiva y siempre ha ayudado al desarrollo de la zona.
«Rusia en América Latina ha actuado históricamente como una fuerza constructiva. Hemos mantenido buenos lazos con la región desde los tiempos del Imperio ruso», detalló.
La Unión Soviética «contribuyó enormemente» al desarrollo de América Latina y a su liberación de la opresión imperialista estadounidense, prosiguió el funcionario.
Según Pátrushev, la mayoría absoluta de los Estados latinoamericanos siguen una línea de política exterior equilibrada en el contexto de «la campaña agresiva sin precedentes desatada por los anglosajones contra Rusia».
«EEUU es, en principio, el país más agresivo de la historia moderna. A lo largo de su existencia, organizó más de 800 acciones hostiles contra Estados soberanos utilizando la fuerza, incluida la participación activa en más de 100 conflictos armados», comentó Pátrushev a medios rusos.
Además, el secretario afirmó que Washington «interfiere agresivamente en los asuntos internos de otros países en todas las regiones del mundo».
Resaltó que, «según las estimaciones más conservadoras, desde 1945, los estadounidenses han violado la soberanía de otros estados más de 150 veces, dando golpes de Estado, provocando disturbios e influyendo en el proceso electoral».
«Estas cifras reflejan casos en los que ha habido una intervención abierta o apenas velada por parte de Washington», especificó.
Subrayó que «grandes especialistas se han reunido en Washington para demonizar las acciones de Rusia».
«EEUU todavía piensa en términos de la Guerra Fría y cree que si Rusia está fortaleciendo su posición en alguna parte, entonces lo hace solo para dañar los intereses de los estadounidenses. Al mismo tiempo, es bien conocida una de las principales reglas de la política exterior de nuestro país: no somos amigos de nadie. Nuestra agenda es invariablemente positiva y constructiva», aclaró.
Aseguró que, al mismo tiempo, EEUU no abandona los intentos de crear nuevos focos de conflicto.
«Están inflando artificialmente las contradicciones en torno a Taiwán, el mar de China Meridional, la península de Corea, militarizando Japón, aumentando la presión sobre Irán, avivando conflictos latentes en los Estados soberanos de África», explicó Pátrushev.
Según Pátrushev, los planes de Washington son claros y comprensibles, y prevén llevar al poder en los países independientes, incluida América Latina, a «líderes especialmente entrenados y completamente controlados por las autoridades estadounidenses» y hacer que las economías de estos Estados «trabajen para complacer a las corporaciones transnacionales y a las empresas de EEUU».
«La principal idea de EEUU es convertirlos «en vasallos de Washington», obligándolos a olvidar su propia historia y los intereses nacionales, enfatizó.
Aseveró que en la actualidad, «hay más de 70 bases militares estadounidenses en América Latina, aunque el Pentágono reconoce oficialmente su presencia militar solo en unos pocos países».
Agregó que la mayoría de las instalaciones militares son alquiladas o están camufladas de instalaciones civiles.
Abordando el rol de Moscú en la región de América Latina, Pátrushev afirmó que Rusia ha actuado históricamente como una fuerza constructiva y siempre ha ayudado al desarrollo de la zona.
«Rusia en América Latina ha actuado históricamente como una fuerza constructiva. Hemos mantenido buenos lazos con la región desde los tiempos del Imperio ruso», detalló.
La Unión Soviética «contribuyó enormemente» al desarrollo de América Latina y a su liberación de la opresión imperialista estadounidense, prosiguió el funcionario.
Según Pátrushev, la mayoría absoluta de los Estados latinoamericanos siguen una línea de política exterior equilibrada en el contexto de «la campaña agresiva sin precedentes desatada por los anglosajones contra Rusia».
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