Shohei Ohtani
AGENCIA EFE
EEUU
El beisbolista japonés Shohei Ohtani, estrella de Los Ángeles Dodgers y el deportista mejor pagado del mundo, afronta una batalla fuera de las líneas de cal del diamante, para proteger su imagen tras el escándalo de apuestas ilegales que envolvió a su histórico intérprete Ippei Mizuhara.
Con el despido la noche del miércoles de quien fuera su traductor en toda su carrera en las Grandes Ligas y un amigo cercano, Ippei Mizuhara, relacionado a una cadena de apuestas deportivas ilegales en Estados Unidos, Ohtani ha tenido que mantener la compostura que lo caracteriza.
El japonés es víctima del que fue definido como un "robo masivo", después de que su intérprete tuviera pérdidas de 4,5 millones de dólares por apuestas ilegales.
En medio de la tormenta, Ohtani compitió este mismo jueves en un partido de la serie contra los Padres de San Diego en Seúl y disparó un imparable y remolcó una carrera. Pero a su alrededor se creó un escándalo en torno a Mizuhara.
De acuerdo a múltiples informaciones de medios estadounidenses como ESPN, Ohtani se comprometió a pagar las deudas del traductor, con el compromiso de que su amigo no se volviera a involucrar en este tipo de actividad.
"Decidió pagarlo por mí. Obviamente, Shohei no estaba contento con eso y dijo que me ayudaría para asegurarse de que nunca volviera a hacer esto", sostuvo Mizuhara, quien destacó que el dos veces Jugador Más Valioso de la MLB no estaba involucrado en el sistema de apuestas.
"Quiero que todos sepan que Shohei no tuvo ninguna participación en las apuestas. Aprendí la lección de la manera más difícil. Nunca volveré a hacer apuestas deportivas", afirmó Mizuhara, en declaraciones recogidas por ESPN.
El ahora despedido intérprete japonés indicó que Ohtani realizó las transferencias desde su cuenta, lo que podría explicar los registros de transacciones a su nombre, ya que no confiaba en darle el dinero para que él mismo realizara los pagos, ya pues temía que lo volviera a apostar.
"Cavé un hoyo y siguió haciéndose más grande, y eso significó que tuve que apostar más para salir de él y seguí perdiendo. Es como un efecto de bola de nieve", explicó Mizuhara en declaraciones publicadas por ESPN.
La actuación de Mizuhara provocaría que Ohtani se sitúe en una de las líneas más delicadas dentro de las reglamentaciones de la MLB, que prohíbe a jugadores, árbitros y empleados apostar en el béisbol o participar de apuestas ilegales, lo que conlleva un castigo que solo puede ser determinado por el Comisionado de Grandes Ligas, según el reglamento.
Tomando como referencia lo ocurrido con Pete Rose, quien, a pesar de ser el líder histórico en imparables en las Grandes Ligas, ha sido impedido de entrar el Salón de la Fama de este deporte y prácticamente ha sido apartado del béisbol, al probarse que apostó cuando era parte de la liga, el castigo suele ser bastante severo.
Mizuhara dio respuestas poco claras en lo referido a sí sabía que las apuestas sobre el béisbol están prohibidas para el personal de la MLB.
Señaló que nunca apostó al béisbol, mientras vivía en California, donde no está permitido hacer
Los resultados en el terreno de juego son importantes y Ohtani salió este jueves en el partido de los Dodgers en Seúl y disparó un imparable y remolcó una carrera.
Pero la valoración de la imagen del japonés es un aspecto fundamental, ya que, sin lugar a dudas, es la cara del béisbol en la actualidad.
Su comportamiento ejemplar, sin rechazo alguno por sus compañeros y el público, son elementos con los que solo Ohtani cuenta y que, junto a su condición única de pelotero que puede lanzar y batear a un nivel de Jugador Más Valioso, lo sitúan como el referente perfecto de MLB.
Ohtani es la cara del deporte japonés hacia el mundo y eso ha provocado una gran apuesta por parte de sus patrocinadores, como son el banco Mitsubishi UFJ, la aerolínea JAL, la marca de relojes Seiko, la empresa de videojuegos Konami o la de cosméticos Kosé, además de Porsche, Oakley, New Balance o Boss, que este año añadirán a la cuenta del 'Unicornio' 65 millones de dólares.
Tanto la MLB como estos patrocinadores requieren de la imagen limpia y única que ha logrado sembrar Ohtani, la cual provocó que los Dodgers apostaran 700 millones de dólares para contar con él por los próximos 10 años, convirtiéndole en el atleta con el contrato más alto en la historia del deporte profesional.
Un punto que favorece al estelar japonés es que sus acciones han sido recibidas como una muestra de solidaridad frente a la amistad con Mizuhara, lo que lo ha convertido en una víctima en este proceso, donde sus representantes han señalado que fue objeto de un "robo masivo".
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