jueves, 27 de junio de 2024

Salvemos el juego: el tiempo con tus hijos es invaluabl





En la realidad del mundo moderno, mantener la calidad de vida de una familia constantemente significa pasar muchas horas fuera de casa, limitando el tiempo que los padres pueden compartir con sus hijos, lo que sumado a las responsabilidades del hogar, deja poco espacio para la conexión emocional. En esta dinámica, los más afectados son los niños, quienes ansían momentos de diversión con sus padres.

Para entender mejor la situación y proponer soluciones, Oreo llevó a cabo un estudio en Colombia, Chile y Costa Rica el cual reveló que los niños comparten, en promedio, solo cuatro horas entre semana con sus padres, lo cual impacta de manera negativa la conexión familiar.

Los momentos de juego y las actividades compartidas son esenciales para fortalecer el vínculo emocional entre padres e hijos. Este tiempo no solo es crucial para el desarrollo de los niños, sino que también contribuye a su bienestar general y felicidad. El estudio muestra que el 98% de los padres encuestados sabe que sus hijos desean pasar más tiempo con ellos, pero no pueden hacerlo, y para compensar esta ausencia, el 74% de los padres mencionó que sienten la necesidad de darles regalos.
¡Salvemos el juego!

A pesar de las responsabilidades diarias, es posible encontrar momentos para crear esa conexión padres-hijos. Es vital crear dinámicas que fortalezcan los lazos familiares y generen espacios significativos entre ellos.

Para esto, Oreo ha creado una campaña denominada "Salvemos el juego", la cual busca motivar a los padres a construir esos espacios de calidad con sus hijos alrededor de momentos lúdicos.

Establecer dinámicas como salidas periódicas, visitas a lugares de esparcimiento, juegos de mesa o hasta días de cine en casa que permitan crear dinámicas recurrentes y establecer un esquema donde los padres puedan ajustar estas actividades a sus dinámicas habituales y compartir con los hijos.

Estos momentos de esparcimiento, además de conectar a padres con hijos, también ayuda a los adultos a dispersarse y reducir el estrés de las tareas diarias, sirviendo de doble impacto en la vida familiar.

La vida moderna es ajetreada y demandante, pero siempre debemos buscar espacio para las cosas importantes. Al final de la carrera, los hijos recordarán la receta que no salió bien, el juego donde alguno perdió, el postre que probó mientras estaba de vacaciones y la sonrisa de un padre que lo miró con amor y felicidad en esos momentos compartidos. Salvemos el juego, sigamos creando recuerdos y sigamos fortaleciendo esos lazos que nos unirán para siempre.

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