
NUEVA YORK.-
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebrará una reunión de emergencia este martes, tras la petición de Venezuela, que ha denunciado la escalada de agresiones de EE.UU. en su contra.
La víspera, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, emitió una carta dirigida a los países miembros de Naciones Unidas para alertar sobre «una escalada de acciones de extrema gravedad por parte del Gobierno de EE.UU.», que amenaza con «desestabilizar a toda la región y al sistema internacional en su conjunto».
En el texto, leído en la sede de la Cancillería por el ministro para Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil, Maduro llamó los líderes de otros países a «condenar explícitamente las acciones de piratería y ejecuciones extrajudiciales» de EE.UU. en la región y a exigir «el cese inmediato del despliegue militar, el bloqueo y los ataques armados».
Desde agosto pasado, Washington mantiene el despliegue militar más grande de las últimas décadas en las costas del Caribe, bajo el supuesto alegato del combate al narcotráfico, del que responsabiliza sin pruebas al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro. No obstante, esta narrativa fue modificándose con el paso de los días y ahora se centra en la abierta apropiación de los recursos energéticos de la nación suramericana.
ADVERTENCIA A LA ONU
Como paso previo a la sesión del Consejo de Seguridad, el representante permanente de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, enfatizó en una carta oficial que «la diplomacia de las cañoneras para los pueblos pertenece a una época ya superada por la humanidad».
«Los Estados Unidos de América está imponiendo el caos y la destrucción en las relaciones internacionales del mismo modo en que lo hicieron los actores malignos que provocaron la Segunda Guerra mundial. El Consejo de Seguridad, encargado de garantizar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, debe evitarlo», dijo.
En la misiva, en la que se enumera la batería de hostilidades que incluyen el anunciado bloqueo naval, Caracas advirtió que «si el Consejo de Seguridad ignora este crimen de agresión, patente en el mundo, estaría aceptando la destrucción de todo el sistema de seguridad colectiva de las Naciones Unidas».
Paralelamente, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, garantizó el lunes a Gil su «total respaldo a las acciones emprendidas en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU».
En octubre pasado se llevó a cabo una reunión urgente de ese cónclave, ante el «despliegue militar sin precedentes de EE.UU. en el Caribe», que incluye en la actualidad la presencia de destructores misilísticos, tropas élite y un submarino nuclear.
En esa ocasión Moncada señaló que la Administración de EE.UU. tenía como pretensión derrocar a Maduro para «instalar un régimen títere» y convertir a la nación suramericana en una «colonia» estadounidense.
«¿Qué derecho tienen los EE.UU. para militarizar la región del Caribe? Ninguno. ¿Qué derecho tienen los EE.UU. para ejecutar civiles que tienen derecho a la presunción de inocencia y al debido proceso?, Ninguno», cuestionó.
La víspera, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, emitió una carta dirigida a los países miembros de Naciones Unidas para alertar sobre «una escalada de acciones de extrema gravedad por parte del Gobierno de EE.UU.», que amenaza con «desestabilizar a toda la región y al sistema internacional en su conjunto».
En el texto, leído en la sede de la Cancillería por el ministro para Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil, Maduro llamó los líderes de otros países a «condenar explícitamente las acciones de piratería y ejecuciones extrajudiciales» de EE.UU. en la región y a exigir «el cese inmediato del despliegue militar, el bloqueo y los ataques armados».
Desde agosto pasado, Washington mantiene el despliegue militar más grande de las últimas décadas en las costas del Caribe, bajo el supuesto alegato del combate al narcotráfico, del que responsabiliza sin pruebas al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro. No obstante, esta narrativa fue modificándose con el paso de los días y ahora se centra en la abierta apropiación de los recursos energéticos de la nación suramericana.
ADVERTENCIA A LA ONU
Como paso previo a la sesión del Consejo de Seguridad, el representante permanente de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, enfatizó en una carta oficial que «la diplomacia de las cañoneras para los pueblos pertenece a una época ya superada por la humanidad».
«Los Estados Unidos de América está imponiendo el caos y la destrucción en las relaciones internacionales del mismo modo en que lo hicieron los actores malignos que provocaron la Segunda Guerra mundial. El Consejo de Seguridad, encargado de garantizar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, debe evitarlo», dijo.
En la misiva, en la que se enumera la batería de hostilidades que incluyen el anunciado bloqueo naval, Caracas advirtió que «si el Consejo de Seguridad ignora este crimen de agresión, patente en el mundo, estaría aceptando la destrucción de todo el sistema de seguridad colectiva de las Naciones Unidas».
Paralelamente, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, garantizó el lunes a Gil su «total respaldo a las acciones emprendidas en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU».
En octubre pasado se llevó a cabo una reunión urgente de ese cónclave, ante el «despliegue militar sin precedentes de EE.UU. en el Caribe», que incluye en la actualidad la presencia de destructores misilísticos, tropas élite y un submarino nuclear.
En esa ocasión Moncada señaló que la Administración de EE.UU. tenía como pretensión derrocar a Maduro para «instalar un régimen títere» y convertir a la nación suramericana en una «colonia» estadounidense.
«¿Qué derecho tienen los EE.UU. para militarizar la región del Caribe? Ninguno. ¿Qué derecho tienen los EE.UU. para ejecutar civiles que tienen derecho a la presunción de inocencia y al debido proceso?, Ninguno», cuestionó.
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