FLORIDA.EEUU
El abogado dominicano Erik Arroyo se convirtió en el más joven y primer hispano elegido como alcalde de la ciudad de Sarasota, en Florida.
Arroyo, quien es oriundo de San José de las Matas, en la provincia Santiago, recordó que el primer evento político que captó su atención fue cuando era apenas un niño y miraba con curiosidad los anuncios y los mítines de la campaña presidencial de 1996.
“Esa campaña política de José Francisco Peña Gómez, Leonel Fernández, Joaquín Balaguer y Juan Bosch es la primera que recuerdo… recuerdo estar en la calle y ver los colores de las banderas de los partidos, los letreros, son buenas memorias”, dijo en Arroyo.
Contó que su madre migró a la ciudad de Nueva York en los años 90s cuando aún cursaba sus estudios primarios, dejándolo al cuidado de sus abuelos y, tras varios años, logró hacerse ciudadana.
Desde territorio norteamericano, su madre consiguió llevárselo cuando tenía 16 años y, juntos, se mudaron a Florida. Expresó que antes de convertirse en lo que es hoy, pasó por muchas vicisitudes en Estados Unidos, pero nunca se dejó amedrentar por ellas.
“Siempre habrá muchas dificultades, pero yo pienso que las dificultades de la vida hacen a las personas más fuertes y las ayudan a sobresalir.”, señaló Arroyo.
Agregó que “muchas personas usan toda su vida lo que les pasó como una excusa para no superarse, pero mírenme, yo fui el primero en mi familia en graduarme de secundaria, eso a mí nunca me paró”.
El comisionado de Sarasota manifestó que, gracias al esfuerzo de su madre, se formó y alcanzó un título universitario en Derecho. Relató que, antes de dar ese paso, lo conversó con su madre, quien no dudó darle su apoyo.
“En ese momento yo le decía a mi mamá: ‘mami yo quiero ir a la universidad’, y ella decía, ‘pues eso es lo que vas a hacer’, le pregunté que cómo lo iba hacer y su respuesta fue ‘yo no sé, pero lo vas a hacer’”, rememoró con una gran sonrisa.
Manifestó que, pese al hecho de tener una madre soltera, no venir de una familia adinerada o no nacer en Estados Unidos, fue verdaderamente difícil para él, esas cosas también lo ayudaron a ser más agradecido, empático y disciplinado.
“Aunque empecé la carrera una milla detrás de donde está corriendo todo el mundo, logré correr el doble. Siento que he enfrentado tanto en mi vida que ya nada me puede parar, y eso es lo que todos los dominicanos y latinos tienen que saber, las circunstancias de la vida no predicen su destino”, sostuvo.
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