Encuestadoras y delincuencia electoral
Las firmas encuestadoras que hicieron mediciones y proyectaron resultados probables para las primarias del pasado día seis están siendo erróneamente evaluadas e injustamente descalificada a partir del desenlace en el Partido de la Liberación Dominicana.
Se parte de que algunas vaticinaron una victoria amplia del doctor Leonel Fernández sobre Gonzalo Castillo, en algunos casos con hasta 30 puntos porcentuales de diferencia, mientras otras adelantaban porcentajes muy parecidos pero a la inversa.
No creo que sea justo despacharse con una descalificación pura y simple de las encuestas sin analizar los factores extra-científicos que concurrieron para que en el PLD las mediciones tuvieran una caída tan estrepitosa.
Esto, si tomamos en cuenta que las mismas encuestadoras que erraron acerca del evento peledeísta fueron, al mismo tiempo, certeras al ciento por ciento al medir al Partido Revolucionario Moderno (PRM), en el cual se adelantó una victoria amplísima de Luis Abinader sobre Hipólito Mejía, como finalmente sucedió.
¿Entonces por qué fallaron en el caso del PLD si estaban utilizando el mismo escenario del PRM, con la agravante de que al ser un evento cerrado a militantes el margen de error podía ser mayor?
La respuesta está en la delincuencia electoral que acompañó el laborantismo de la campaña de Castillo.
Ninguna firma está en condiciones de garantizar que sus proyecciones no serán contaminadas por los factores que se conjugaron para conseguir que el precandidato del Gobierno lograra superar al expresidente Fernández, aunque en esas condiciones.
No hay forma de que una agencia de mediciones pueda sobreponerse al hecho de que una candidatura gaste más de 300 millones de pesos comprando cédulas por todo el país, con un descaro de tal magnitud que hubo barrios en algunas provincias donde compraron el documento al 50% de los concurrentes.
Tengo el testimonio de primera mano de que en una comunidad de Barahona llamada Fundación, se montó un punto próximo al centro de votación adonde acudían las personas como si se tratase de un mercado. Y eso se repitió en decenas de lugares.
En lo sucesivo las firmas encuestadoras tendrán que incluir en sus cuestionarios una pregunta similar a la que busca determinar la firmeza del voto, la cual, por ejemplo pudiera ser: ¿qué tan seguro está usted de que no venderá su cédula el día de las elecciones?
A partir de una variable que sería única en la historia electoral del planeta, podrán las encuestadoras prever que su trabajo no será contaminado por una delincuencia electoral que basa sus proyecciones de éxito en la compra de cédulas.
Aun cuando resulte difícil de demostrar, es posible que entre el ocho y el diez del voto de Castillo provino de la compra de cédulas.
Las diez encuestadoras con más éxito en sus predicciones
Diez empresas encuestadoras, dominicanas, americanas, mexicanas, ecuatorianas y centroamericanas, publicaron sus predicciones sobre el resultado de nuestras primarias.
Todas coincidieron en que Luis Abinader ganaría fácilmente las del PRM, pero cinco pronosticaron que en el PLD ganaría Leonel Fernández, cuatro que lo haría Gonzalo Castillo y la nuestra, la de Mark Penn/Stagwell, que estaban empate.
En orden de la más reciente hasta la más antigua, los resultados fueron:
Nótese como Asisa en siete días bajó a Leonel Fernández de 69.3% a 55.0%, es decir 14 puntos y a Gonzalo Castillo lo subió 15 puntos, de 24.3% a 39.5%. En la primera buscaba un impacto publicitario a favor de su cliente y en la segunda estar más cercana a la realidad.
Cuando salió la de Mark Penn/Stagwell indicando un empate a 46% con un 6% que no votaría, el candidato Leonel Fernández declaró que esa encuesta había sido “maquillada”, ya que la totalidad de las respuestas sumaba 101, en vez de 100. Dado que toda encuesta tiene un margen de error, usualmente un 3%, es la práctica norteamericana redondear el resultado, es decir si salió un 24.8% se pone 25%. Lo contrario sería sugerir un grado de confiabilidad que no existe. Consecuentemente, es usual que la totalidad sume 99 ó 101 en vez de 100. Si eliminamos el 6% que dijo que no votaría la predicción de Mark Penn/Stagwell fue 49/49 que se acerca muchísimo al resultado final de nuestra Junta Central Electoral (48.72% Gonzalo y 47.29% Leonel) y al 52% que dicen los seguidores de Leonel Fernández que arrojan sus cifras, tomando en cuenta que un 49% más 3% de margen de error llega a 52%.
Nuestra encuesta indicó que un 49% de los dominicanos se consideraban independientes, una proporción muy alta y que no aparece en ninguna de las otras encuestas. Esto se debe, según nuestro parecer, a la forma en que se hacen las preguntas.
La indagatoria usual es preguntar: “¿De qué partido es usted miembro o simpatizante”, lo que no da oportunidad al entrevistado a indicar su independencia. Mark Penn/Stagwell, por el contrario, pregunta: “¿De qué partido es usted miembro o simpatizante, o es independiente?”. A los que indican que son miembros o simpatizantes se les hace una segunda pregunta: “¿De qué partido es usted miembro o simpatizante?”
El gran absentismo en las votaciones en nuestras primarias, estimado en un 74%, a pesar de los esfuerzos de los políticos para que se acudiese a las urnas, tal vez esté reflejando ese 49% de independientes que están muy inconformes con las actuales prácticas políticas dominicanas.
Por supuesto, hay encuestas solicitadas por grupos políticos que nunca fueron publicadas. La de Mark Penn/Stagwell, fue auspiciada por un multimedio: Noticias SIN. En las presidenciales pasadas dos periódicos publicaron encuestas (Gallup y Greenberg) resultando también con un muy alto nivel de acercamiento al voto real. Ojalá que en las próximas presidenciales tengamos por lo menos tres encuestas auspiciadas por medios de comunicación.
Uno o más medios deben de publicar, en base a resultados de los últimos años, cuáles han sido las encuestadoras que con más consistencia han tenido éxito en sus predicciones. Eso haría que el público en el futuro se fije más en ellas que en otras
JPM
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