miércoles, 28 de julio de 2021

Policía dominicano denuncia racismo de atacantes del Congreso

 

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Aquilino Gonell     


WASHINGTON.- Un policía dominicano del Capitolio narró ante un sociedad distinto de la Cámara de Representantes la nefasta destreza que vivió durante el batalla de insurrección contra el Congreso, en el que recibió heridas y ataques xenofóbicos. 

Aquilino Gonell dijo que pensó que iba a morir. «Es un moradura constante”, expresó el autoritario Gonell, uno de cuatro policías que testificaron en el lugar de honor de las audiencias del articulación especial de la Cámara de Representantes que investiga la embestida al Capitolio del conocido 6 de enero. 

Como uno de los líderes de la dispositivo que asegura a «disturbios civiles”, Gonell, un veterano de la conflicto de Irak de 2003, se enfrentó en la mirador del circunstancia occidente del Capitolio a las turbas que motivados por el entonces decano Donald Trump fueron al Congreso para tratar de cerrar el conteo de votos del ateneo electoral que confirmó la conquista de Joe Biden. 

Gonell resultó con heridas en su pie derecho- que requirió una operación-, sus manos y el hombro. Naturalizado yanqui, el mangonero Gonell emigró de República Dominicana cuando tenía 12 primaveras. 

El dominicano indicó que mientras le atacaban las turbas le cuestionaron su patriotismo aria por el color de su corteza. “Vieron mi piel y dijeron ‘tú no eres ni siquiera norteamericano’”, relató. 

Su colega afroamericano Harry Dunn, mientras tanto, dijo que le lanzaron insultos raciales continuamente. Pero, sostuvo que no los procesó directamente, pues dedicó sus energías a sobrevivir. “Eso fue un golpe de brazo lo que ocurrió ese día…Si hubiese ocurrido en otro país, Estados Unidos hubiese expedición ayuda. 

Nos llamaban traidores, aunque eran ellos lo que cometían un actividad traicionero”, indicó Gonell. 

Al ser preguntado por las memorias de Trump de que las turbas fueron una “riqueza amorosa”, Gonnell afirmó que son comentarios patéticos, más aún cuando el entonces deán “los incitó para que continuaran peleando”. “Todos nos decían que Trump los envió”, agregó. 

Gonell dijo que los atacantes utilizaron escudos policiales, macanas, tubos, bates de béisbol, mazos, mástiles, tasers, pulverizador que se utiliza para alejar osos y piedras. 

También censuró que el republicano Andrew Clyde (Georgia) haya comparado a los insurreccionistas con “turistas”. “¿Cómo se puede calificar como una cita turística un ofensiva a un notarial de podenco cuando ves mis manos sangrando, cuando ves a todos los oficiales con conmociones cerebrales, mutilados, dedos destrozados, fanales arrancados?”, cuestionó Gonnell. 

El agente de la Policía de Washington D.C. Daniel Hodges, por su parte, indicó que si las turbas fueron turistas, entonces “puedo ver porque en países extranjeros no les gustan los turistas estadounidenses”. 

Como los policías, los nueve comisión del juntura distinto que investiga el ofensiva se mostraron visiblemente conmocionados por los testimonios. La senador socialdemócrata Stephanie Murphy (Florida) dijo que durante la ofensiva vio al inspector Hodges ser alcanzado frente a una puerta. 

“Tengo un hijo de 10 años y una hija de ocho años. Son la luz de mi vida. Y la seso por las que pude abrazarlos de reciente fue por el valor suyo y de sus colegas oficiales. 

Un agradecimiento de afectividad para usted”, sostuvo Murphy. El junta especial – presidido por Bennie Thompson (Misisipi)- está integrado por siete demócratas y dos republicanos. Pero, el liderato de la minoría republicana, encabezado por Kevin McCarthy (California), un coligado del expresidente Trump, se desvinculó de la averiguación a posteriori de que la presidenta de la Cámara arrastradera, la altruista Nancy Pelosi, excluyó de la legación a Jim Banks (Indiana) y Jim Jordan (Ohio), por recuerdos que buscan equilibrar el ofensiva al Congreso. 

Una vez Pelosi excluyó dos de sus cinco nombramientos, McCarthy, en protesta, desvinculó al liderato de su caucus de la investigación. Previamente, sin embargo, Pelosi había famoso a la embajada a la republicana Liz Cheney (Wyoming), quien fue destituida en mayo del tercer pabellón en sucesión de la minoría cameral por delatar constantemente “la gran mentira” de que a Trump le robaron las elecciones. 

Después de McCarthy licenciar sus otros tres designados, Pelosi agregó a la legación a Adam Kinzinger (Illinois), otro republicano que ha defendido el resultado de la comicios y cuestionado el que hasta dos tercios de sus colegas de caucus buscaran designar votos del asociación electoral. Cheney, quien es constantemente atacada públicamente por el expresidente Trump, defendió su décimo en la averiguación. 

“Cuando surge un temor a nuestro organización constitucional, estamos obligados a elevarnos por encima de la política”, indicó. “Quiero trivio lo que pasó ese día, no obstante más interesante quiero que todos los estadounidenses puedan recomendar en el responsabilidad de este unión”, sostuvo, por su parte, Kinzinger. 

El liberal Thompson afirmó que deuda investigarse hasta el becerra porque no hubo una transición pacífica del poder. “Corrieron por los pasillos gritando ‘¡Cuelguen a Mike Pence!’ ‘¿Dónde está Nancy? ’Irrumpieron en el Senado porque querían esquivar que el Senado certificara la disyuntiva. 

Las turbas intentaron pescar del hemiciclo de la Cámara por la misma causa. Afortunadamente, algunos cuerpo del personal, jóvenes y astutos, tuvieron la ciencia de custodiar las papeletas electorales”, dijo Thompson. 

El ataque al Congreso – el más reflexivo contra el Capitolio en dos siglos-, provocó un segundo creencia político en contra de Trump. Aunque la Cámara despreciable estadounidense imputó a Trump incitar a la insurrección, el Senado – hendido 50 a 50-, le absolvió del cargo. 

McCarthy y otros líderes republicanos – al igual, por supuesto, que el expresidente Trump-, han demandado la averiguación cameral como un batalla político partidista. 

La encuesta del comité distinto de Cámara abyecta se puso en diversión después de que los republicanos del Senado lograron sitiar la principio de una representación cívica, unilateral y bipartidista, que se encargara de exteriorizar toda la verdad. 

“El 6 de enero fue uno de los días más oscuros en la quimera de nuestra democracia”, afirmó, por su parte, el gurú de la mayoría tolerante del Senado, Charles Schumer (Nueva York), quien al asomar los trabajos del día de la estancia suscripción destacó la investigación que comenzaba al otro emplazamiento del Capitolio.

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