Ciudad de Guatemala.
El máximo tribunal de Guatemala ordenó oficializar los resultados electorales de la primera vuelta presidencial celebrada el 25 de junio invalidando las acciones interpuestas por algunos partidos políticos que denunciaban posible fraude.
Horas antes, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, había instado a las autoridades a que respeten el 20 de agosto para realizar el balotaje, sin poner en tela de juicio el triunfo en primera vuelta de Sandra Torres y Bernardo Arévalo.
Luego de dos semanas de dudas sobre los resultados electorales de la primera vuelta presidencial y la celebración de balotaje el 20 de agosto, la Corte de Suprema de Justicia fue clara: «Declara improcedente los recursos de amparo» que fueron planteados por partidos políticos que alegaban irregularidades en el conteo de votos.
Esta resolución contradice al Tribunal Supremo Electoral que había ordenado bloquear la certificación de los resultados a petición de sectores de derechas que denunciaban irregularidades en el conteo de votos y veían con desconfianza la sorpresiva victoria del izquierdista Bernardo Arévalo.
La contrincante de Arévalo, Sandra Torres, también pidió revisar el conteo de sufragios, a pesar de haber ganado la primera ronda de votaciones. Producto de las denuncias y las dudas, la mision de observación electoral de la ONU se devolvió al país centroamericano para supervisar el reconteo.
El máximo tribunal de Guatemala ordenó oficializar los resultados electorales de la primera vuelta presidencial celebrada el 25 de junio invalidando las acciones interpuestas por algunos partidos políticos que denunciaban posible fraude.
Horas antes, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, había instado a las autoridades a que respeten el 20 de agosto para realizar el balotaje, sin poner en tela de juicio el triunfo en primera vuelta de Sandra Torres y Bernardo Arévalo.
Luego de dos semanas de dudas sobre los resultados electorales de la primera vuelta presidencial y la celebración de balotaje el 20 de agosto, la Corte de Suprema de Justicia fue clara: «Declara improcedente los recursos de amparo» que fueron planteados por partidos políticos que alegaban irregularidades en el conteo de votos.
Esta resolución contradice al Tribunal Supremo Electoral que había ordenado bloquear la certificación de los resultados a petición de sectores de derechas que denunciaban irregularidades en el conteo de votos y veían con desconfianza la sorpresiva victoria del izquierdista Bernardo Arévalo.
La contrincante de Arévalo, Sandra Torres, también pidió revisar el conteo de sufragios, a pesar de haber ganado la primera ronda de votaciones. Producto de las denuncias y las dudas, la mision de observación electoral de la ONU se devolvió al país centroamericano para supervisar el reconteo.
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